Una colaboración entre el laboratorio de bajas temperaturas de la Universidad Autónoma de Madrid, LBTUAM, el Instituto de Nanociencia de Aragón, INA (UZ) y el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, ICMA (CSIC), ha permitido a los científicos observar de forma directa uno de los procesos más interesantes del mundo bidimensional: el paso de sólido a líquido.