Utilizando una combinación única de materiales, investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han desarrollado un prototipo de batería de litio-aire que se puede recargar más de 2.000 veces. Su alta densidad energética es comparable a la de la gasolina y permitiría que un coche eléctrico fuese de Londres a Edimburgo con una sola carga, o alargar durante días el uso de un smartphone sin recargarlo.