Los códigos de comunicación humanos se basan en nuestra capacidad para asignar significados a elementos neutros, como símbolos y letras. Con la app Color Game, desarrollada por investigadores alemanes, los jugadores deben crear un lenguaje propio con el que comunicar colores a partir de signos en blanco y negro. De este modo quieren entender cómo se construyen y evolucionan las lenguas.
El centro de investigación vasco BCBL ha demostrado cómo podemos anticiparnos a una palabra antes de ser pronunciada y completar así una frase sin necesidad de que el interlocutor la finalice. El experimento ha comprobado que la capacidad de predecir un término tiene relación con la habilidad del cerebro para construir mentalmente las frases a medida que las lee o escucha.
Los niños de entre 12 y 19 meses de edad, que aún no se comunican mediante expresión hablada, son capaces de realizar deducciones racionales mostrando sorpresa cuando ocurre algo inesperado, según un estudio en el que ha participado la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Los resultados indican que el razonamiento no tiene necesariamente una base lingüística.
La respuesta del cerebro al miedo no es la misma si nos asustamos en nuestra lengua materna o en un idioma extranjero, por muy bien que lo conozcamos. Investigadores de las universidades Jaume I, Pompeu Fabra y Nebrija lo han demostrado mediante un estudio experimental que abre la puerta a nuevas terapias.
La capacidad del cerebro para sincronizarse con el tono y la entonación del habla influye sobre la forma de procesar el lenguaje. Así concluye un estudio del centro de investigación vasco BCBL cuyos resultados podrían ayudar al diseño de actividades más eficaces para entrenar el cerebro con el fin de evitar futuros trastornos como la dislexia.
Comparado con el de los humanos y otros mamíferos, el repertorio vocal de los primates es limitado y presenta tan solo una ligera modificación acústica durante su desarrollo. Sin embargo, un estudio muestra que la lista sonora al llamar a cualquiera de los miembros del grupo al que pertenece, e incluso a especies diferentes, es más flexible y depende tanto del contexto como de la relación entre los individuos.
Una región del cerebro que se extiende por los dos hemisferios, el planum temporale, es mayor en el izquierdo que en el derecho. El hallazgo se vinculó en la década de 1960 con la localización del procesamiento del lenguaje en el hemisferio izquierdo, pero hoy investigadores europeos muestran que esta asimetría no es un marcador de la lateralización del lenguaje.
Científicos estadounidenses han identificado un grupo de neuronas en la corteza auditiva primaria capaz de evaluar los cambios en el tono del discurso independientemente de quién sea el hablante. El trabajo demuestra que la representación de la entonación en algunas neuronas se basa en la codificación de los tonos relativos altos y bajos.
El ritmo de las ondas cerebrales se ajusta entre los integrantes de una conversación. Esta es la conclusión de un trabajo publicado en la revista Scientific Reports y liderado por el centro de investigación vasco BCBL. Según los científicos, esta sincronía intercerebral puede ser un factor clave para la comprensión del lenguaje y de la comunicación interpersonal.