Cientos de personas perecieron a orillas del lago Roopkung en el Himalaya indio hace miles de años. Hasta ahora se pensaba que un evento catastrófico había sido la única causa de las muertes, pero el primer análisis de ADN antiguo de los esqueletos indica que pertenecían a grupos genéticamente muy distintos, incluido un grupo procedente del Mediterráneo, y que murieron en múltiples sucesos separados por unos mil años.