La NASA ha colocado en la Estación Espacial Internacional el primer explorador de estrellas de neutrones, unos remanentes estelares superdensos con potentes campos magnéticos. La misión, denominada NICER, también pondrá a prueba por primera vez la navegación por rayos X en el espacio.
El italiano Luca Parmitano, al que sus compañeros apodaron ‘el novato’, fue el astronauta más joven en vivir seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional, un viaje que le ha marcado de por vida y que espera poder repetir. El cosmonauta ha contado esta semana en Barcelona cómo es el sueño de volar al espacio, una experiencia que, por ahora, solo está al alcance de unos pocos afortunados.
El regreso a casa de Scott Kelly tras un año en el espacio. / Efe
Esta semana dos cosmonautas rusos han retirado del exterior de la Estación Espacial Internacional una plataforma en la que muestras de un liquen ‘vagante’ recogido en Guadalajara (España) llevaban expuestas a la radiación extraterrestre desde 2014. Ahora regresarán de nuevo a la Tierra para ver cómo estos y otros organismos han superado la prueba. El objetivo es conocer su capacidad de resistencia a condiciones espaciales y parecidas a las de Marte.
Científicos europeos han recogido los diminutos hongos que se cobijan en las rocas de la Antártida y los han enviado a la Estación Espacial Internacional. Tras permanecer allí durante año y medio en condiciones parecidas a las de Marte, más de un 60% de sus células permanecían intactas, con el ADN estable. Los resultados aportan nueva información en la búsqueda de vida en el planeta rojo. En el mismo experimento también viajaron al espacio líquenes españoles de la Sierra de Gredos.
Dos Tims y un Yuri llegan a la estación espacial internacional. / NASA/Joel Kowsky/ESA
Un análisis de las moléculas de polvo de la Estación Espacial Internacional ha permitido conocer los agentes bacterianos con los que conviven los astronautas en el espacio, y compararlos con los de dos salas blancas desinfectadas en Tierra. Este descubrimiento servirá para mejorar las instalaciones del complejo orbital y asegurar la salud de sus ocupantes en el futuro.
El carguero espacial ruso, similar al de la imagen, se desintegra sobre el Pacífico. / ISS/NASA
Investigadores estadounidenses han confirmado en gusanos C. elegans que la microgravedad afecta a su epigenética, el conjunto de modificaciones químicas que regulan la expresión de sus genes dependiendo del ambiente, y que, además, lo transmiten a su descendencia. El experimento lo han hecho en una cámara rotatoria en la Tierra antes de enviar a los animales a la Estación Espacial Internacional, donde los resultados podrían ayudar a comprender lo que ocurre en el epigenoma de los seres humanos ante la falta de gravedad.
Lanzamiento del cohete Falcon 9. / NASA/Jim Grossmann