El cohete Falcon 9 de la compañía Space X ha despegado este sábado desde el Centro Espacial Kennedy (Florida, EE UU) y lanzado con éxito el carguero Dragon con destino a la Estación Espacial Internacional, adonde transporta dos toneladas de suministros y material de la NASA para experimentos en el complejo orbital.
Lo que no ha resultado tan bien es la fase más novedosa de este proyecto, que era volver a aterrizar la parte reutilizable del cohete sobre una plataforma flotante en el mar. Falcon 9 consiguió alcanzarla gracias a sus aletas articuladas y patas desplegables, pero lo hizo de una forma "brusca", cuyos detalles no se han podido grabar bien en vídeo “debido a la oscuridad y la niebla”, según ha explicado Elon Musk, el multimillonario propietario de Space X. La empresa continuará ensayando la recuperación de cohetes con el objetivo de abaratar los viajes espaciales.