Este 12 de marzo se produce el cambio estacional de hora en Estados Unidos, y el día 26 en Europa. Dos investigadores de las universidades de Sevilla y Santiago de Compostela cuestionan un manifiesto de la Sleep Research Society donde apoya la adopción del horario de invierno de forma permanente en el país norteamericano.
El invierno del hemisferio norte ha sido el segundo más cálido jamás registrado en Europa. Las autoridades climáticas advierten de que los últimos datos indican posibles subidas alarmantes del nivel del mar.
El balance climático del invierno 2021-2022 presentado ayer por la AEMET indica que las precipitaciones del pasado trimestre solo alcanzaron el 45 % del valor normal, convirtiendo la estación en el segundo invierno más seco de toda la serie histórica. La mayor parte de las cuencas y el conjunto de la Península cerraron febrero en situación de sequía meteorológica y se prevé que la primavera, que comenzará el próximo 20 de marzo, sea más calurosa de lo habitual en toda España.
El 2 de febrero es el Día de la Marmota. Como cada año, estos roedores saldrán hoy de sus madrigueras en EE UU y Canadá y, según la creencia popular, determinarán cuánto durará aún el invierno. Aunque este método no posee ninguna validez científica, ciertos pájaros, anfibios, insectos y peces sí tienen su peculiar modo de percibir los cambios de tiempo en su propio beneficio minutos u horas antes.
Para los herrerillos, el invierno es la época más dura del año y en este estudio han comprobado que la reducción de las precipitaciones en el Mediterráneo no solo influye en sus posibilidades para sobrevivir sino que disminuye su diversidad genética. La pérdida de diversidad genética de las especies afecta a su potencial evolutivo y su futura supervivencia.
Una hembra de hámster (derecha) muestra un comportamiento agresivo. / Frank Scherbarth
Un equipo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que la salida prematura de las hojas de los árboles europeos se ha frenado desde 1980 debido a que su necesidad de acumulación del frío se ve retrasada por unos inviernos cada vez más cálidos.
Una mujer camina por una carretera nevada en las inmediaciones de l’Espluga de Francoli (Tarragona), uno de los pueblos catalanes afectados por el temporal de nieve. / EFE
Toda la península ibérica y las islas Baleares están inmersas desde ayer en la primera gran ola de frío desde hace tres inviernos. Pero las nevadas intensas, como la que está afectando sobre todo al norte peninsular y Baleares, no son tan comunes en el resto de la geografía española. Un equipo de investigadores ha analizado la nevada extrema que afectó en marzo de 2011 a la provincia de Madrid. Los resultados permitirán entender y predecir episodios similares en un futuro.
La Red de boyas de Aguas Profundas de Puertos del Estado ha medido la ola individual más alta de la historia registrada en aguas españolas. Esta ola de récord midió 27,81 metros de altura, de valle a cresta, y tuvo lugar en enero de 2014 en Cabo Vilán (A Coruña).