Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (EE UU) han descubierto la existencia de múltiples factores de riesgo genético que podrían influir en la gravedad de los síntomas autistas, mediante la localización exacta de dos genes que causan síntomas similares al autismo en el ratón. Su descubrimiento podría dar lugar al desarrollo de fármacos dirigidos a la interacción genética.