Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y otros centros europeos han desarrollado una neurointerfaz cerebro-cerebro para mejorar las habilidades de un grupo de personas, en concreto, durante un ejercicio de clasificación de imágenes más o menos ambiguas. Cuando dos participantes estaban conectados los resultados eran mejores. El sistema se podría usar en el futuro para controlar objetos y comunicarse telepáticamente.