Un artículo en la revista Science copó recientemente los medios al mostrar que la inmensa mayoría de los casos de esclerosis múltiple se deben a la infección por el virus que provoca la enfermedad del beso. Es un gran trabajo que demuestra que la infección es casi condición necesaria, aunque ni mucho menos suficiente. Sin embargo, este vínculo ya se conocía. ¿Qué supone su publicación para el futuro de la enfermedad?
Las evidencias acumuladas hasta ahora apuntan a que las defensas contra la covid-19 de las personas que ya lo han superado duran años. Los inmunólogos apuestan por que las vacunas generen una protección igualmente duradera, que se comprobará con el paso del tiempo.
Una de las preguntas clave de la pandemia es saber el tipo de inmunidad que genera el virus y el tiempo que se mantiene. Hay noticias positivas. La infección produce linfocitos B de memoria que no disminuyen seis meses después. Además, evolucionan. Los anticuerpos que producen tienden a ser más potentes y versátiles, y podrían ser más eficaces contra nuevas variantes.
Una de las voces que más se ha escuchado es la de la viróloga e inmunóloga Margarita del Val. La científica del CSIC fue una de las primeras en advertir sobre las dimensiones de la pandemia. En el sexto y último episodio de esta audioserie, habla sobre salud global, epidemias y conducta social, y se emociona al animar a las niñas a estudiar carreras científicas: “Os necesitamos a todas”.
Los últimos estudios indican que los casos más graves de COVID-19 se deben a una respuesta excesiva del sistema inmunitario. Investigar el despliegue de este ejército celular en cada fase de la infección puede ayudar a hacer pronósticos y tomar decisiones. En hospitales españoles ya se usa una molécula para determinar en quiénes puede ser efectivo un fármaco que frenaría la progresión de la enfermedad.
Un equipo internacional en el que participa la Universidad Autónoma de Madrid ha utilizado la técnica CRISPR-Cas9 para generar células B primarias humanas que producen anticuerpos para neutralizar el VIH. Aún se necesita realizar más trabajo para demostrar que las células B editadas funcionarán para combatir los patógenos en un modelo animal, o incluso en humanos.
Investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares revelan un nuevo mecanismo de regulación que evita que las bacterias intestinales se diseminen por el organismo y causen inflamación. Su estudio publicado en la revista Immunity identifica un receptor en células inmunitarias por el cual algunas familias de bacterias que habitan en el intestino refuerzan la barrera intestinal.
En España, las patologías inflamatorias inmunomediadas afectan a más de 2,5 millones de personas, con alto impacto en su calidad de vida. Un nuevo estudio, realizado por expertos de la Universidad Rey Juan Carlos, analiza el impacto de estas enfermedades crónicas y concluye que son notablemente más prevalentes en la población femenina.
Investigadores españoles han descrito un nuevo mecanismo molecular que favorece la presentación de antígenos por parte de los macrófagos a los linfocitos T CD4. Este proceso es necesario para crear respuestas inmunitarias y de memoria eficaces y también es relevante en el rechazo de trasplantes y en las enfermedades autoinmunes.