La industria textil emplea compuestos tóxicos que no solo afectan al medioambiente, sino también a la salud de los trabajadores de las fábricas. Estudios recientes indican que, según el uso y el tipo de ropa, los consumidores también podrían tener algo más que una simple alergia cutánea. Estos riesgos no están adecuadamente recogidos en las legislaciones sobre productos textiles, según los científicos.
Investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón han desarrollado un marco de evaluación para medir el desempeño ambiental de las empresas del sector textil. El modelo propone mejoras en la publicación de información ambiental relevante y fiable.
La historia de la localidad salmantina de Béjar está muy ligada a la industria textil, pero los nuevos tiempos exigen mejoras e innovación para que estos negocios sigan siendo competitivos. Un grupo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, perteneciente a la Universidad de Salamanca, trabaja para encontrar mejores sistemas que los actuales, pero el rigor científico exige un primer paso: lograr un sistema fiable para medir el grado de blanco.
El progresivo acortamiento del tiempo que pasa desde que una prenda se diseña hasta que llega a la tienda ha permitido el nacimiento de “la moda rápida”, una tendencia con mucho futuro y que supone una revolución en la forma de vestir de la sociedad, según la socióloga de la Universidad de A Coruña Ana Martínez, autora de un nuevo estudio titulado “Hacia un nuevo sistema de la moda. El modelo Zara”.