El español Ander Ramos es el primer no alemán que ha recibido el Premio al Mejor Joven Investigador en Alemania. Ramos, antiguo alumno del Campus Tecnológico de la Universidad de Navarra en San Sebastián (Tecnun), emplea sus conocimientos en ingeniería para devolver movilidad a pacientes que han sufrido un ictus.
El ingeniero Ander Ramos en los laboratorios de Bioingeniería de Tecnun-Ceit. / Tecnun
Un estudio publicado en Science descubre que los neutrófilos escanean activamente el torrente sanguíneo dentro de los vasos en busca de plaquetas activadas. El estudio demuestra que muchos tipos de accidentes cardiovasculares, como el ictus o el choque séptico, se originan por la acción de los leucocitos que se activan por este mecanismo.
Investigadores del Instituto de Investigación Vall d’Hebron han participado en el mayor estudio genético realizado hasta ahora sobre la disección arterial cervical, que representa una de las principales causas de ictus en jóvenes. La revista Nature Genetics publica esta semana los resultados.
La proteína mitocondrial Mfn2 podría ser una futura diana terapéutica que permitiría reducir la muerte neuronal en las fases tardías de un ictus o infarto cerebral, según una nueva investigación publicada en The EMBO Journal y liderado por la Universidad de Barcelona.
Investigadores del centro CIBERobn del Instituto de Salud Carlos III han descubierto una variación genética en la que están implicados los microARN que reduce el riesgo de padecer ictus cerebral. El efecto protector se incrementa con la dieta mediterránea.
Una investigación, desarrollada íntegramente en el País Vasco, mejora el conocimiento del daño cerebral por ictus. El trabajo, desarrollado en animales, abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos neuroprotectores con objeto de paliar los trastornos neurológicos provocados por la isquemia cerebral.
Dos aplicaciones para smartphones son capaces de detectar ataques epilépticos y mejorar el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares, según sendos estudios dados a conocer hoy. Los trabajos serán presentados en el encuentro anual que la Academia de Neurología de EE UU celebrará el próximo mes de abril en Filadelfia.
Administrar ácido úrico a pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular, combinado con fármacos trombolíticos para disolver los coágulos de la sangre en las primeras horas, reduce las secuelas del ictus o infarto cerebral. Así lo ha demostrado el equipo del Dr. Angel Chamorro, director de la Unidad de Ictus del Hospital Clínic de Barcelona, en laInternational Stroke Conference de la American Stroke Association, celebrada el pasado 12 de febrero en San Diego (California). En un estudio realizado a 421 pacientes de diez hospitales españoles que habían sufrido un ictus agudo, casi el 40% de ellos estaba libre de secuelas a los tres meses del accidente, en comparación con el 33% de los pacientes tratados con placebo, es decir, que sólo habían recibido el tratamiento trombolítico habitual. Las mujeres, los pacientes con elevados niveles de glucosa y los que habían sufrido un ictus leve, respondieron mejor al nuevo tratamiento.
Las mujeres comparten con los hombres muchos de los riesgos que pueden acabar en un accidente cerebrovascular, pero además hay que añadir otros ocasionados por las hormonas, el embarazo y otras cuestiones relacionadas con el sexo, señala la neuróloga estadounidense Cheryl Bushnell. Esta experta es coautora de una guía para prevenir el ictus en mujeres, que se ha publicado en la revista Stroke.