El meteorólogo estadounidense Kerry Emanuel ha sido galardonado con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en la categoría de Cambio Climático, por sus pronósticos en los años 80 sobre el aumento de la intensidad de los huracanes debido a la crisis climática, que ya han sido confirmados.
La virulencia del huracán Dorian, con vientos que llegaron a los 295 kilómetros por hora, ha avivado el debate sobre si hay que actualizar la clasificación con nuevos niveles por encima del 5. Aunque los modelos predicen que, con la crisis climática, los eventos extremos serán más intensos, los meteorólogos muestran cautela.
Daños causados por el huracán Sandy en 2012, el más mortífero de su temporada. / Library of Congress
Los huracanes y tifones tardan mucho más en avanzar y desplazarse de un lugar a otro del planeta. Un nuevo estudio publicado en Nature confirma que el movimiento de los ciclones tropicales se ha desacelerado y estos han disminuido un 10% entre 1949 y 2016. Como consecuencia, las lluvias locales podrían duplicarse, así como el impacto por inundaciones.
Desde el descubrimiento de América, multitud de navíos españoles cruzaron el Atlántico hacia el Caribe, pero las tormentas impidieron que muchos de ellos llegaran a la costa. Ahora, los registros históricos de sus naufragios junto a los anillos de crecimiento de pinos en los Cayos de Florida revelan que la actividad de estos ciclones pudo estar relacionada con las fluctuaciones de la radiación solar.
Investigadores del Centre de Recerca Matemàtica y de la Universitat Autònoma de Barcelona han descubierto que existe una relación matemática entre el número de huracanes que se producen en una determinada zona del planeta y, la energía que liberan. La distribución es válida para cualquier conjunto de huracanes estudiado, independientemente del periodo considerado y del lugar. La investigación sugiere que nunca será factible hacer predicciones fiables sobre su intensidad.
Científicos estadounidenses demuestran que el fenómeno meteorológico El Niño puede cambiar y provocar un número mayor de huracanes con mayor probabilidad de llegar a tierra. La investigación, que se publica ahora en Science, estudia este nuevo tipo de fenómeno que se forma en el Pacífico central y no en el oriental como El Niño normal.
En la imagen, se observa la relación entre los huracanes del Atlántico y las temperaturas oceánicas. Foto: Gabriel Vecchi. / NOAA / GFDL.