La Pridopidina parece corregir un amplio rango de trastornos del movimiento, como la akinesia y la distonía, característicos de las personas que padecen la enfermedad de Huntington. Este nuevo tratamiento tiene un impacto directo en la calidad de vida y la salud de todos los pacientes de este trastorno neurodegenerativo, que afecta a más de 4.000 personas en España, 50.000 en Europa y más de 30.000 en EE UU.
Un equipo interdisciplinar del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) prueba la utilidad de la estimulación magnética transcraneal en la mejora del trastorno genético conocido como “Baile de San Vito” y estudia su efecto en modelos animales de esclerosis múltiple. Los estudios se han publicado en las revistas Journal of Neurochemistry (2006) y Current Medicinal Chemistry (2010).
Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” (CSIC-UAM) y del Ciber de Enfermedades Neurodegenerativas confirman que los agregados proteicos de huntingtina mutada no producen un mal funcionamiento del sistema encargado de deshacerse de ellos. La enfermedad de Huntington (EH) es una patología neurodegenerativa hereditaria y devastadora que afecta a 1 de cada 10000 personas. En España se calcula que hay unas 5.000 personas afectadas y hasta 20.000 viven con la incertidumbre de haber podido heredar la mutación causante.
Las estrategias terapéuticas que potencien las defensas antioxidantes podrían evitar la progresión de la enfermedad de Huntington. Así lo sugieren los resultados de un estudio realizado por primera vez en humanos y elaborado por investigadores de la Universidad de Lleida. Las conclusiones aparecen en el último número de la revista Free Radical Biology & Medicine.
En la imagen, una muestra de un cerebro de control (izda.) y de un cerebro con enfermedad de Huntington.
Cuando aprendemos algo, es más importante inhibirnos que activarnos. Y esta conclusión del Grupo de Psicobiología de la Universidad de Oviedo y paradoja científica recuerda que romper ideas intuitivas es una de las maneras que tiene la ciencia de sorprender.
Jorge Luis Arias, segundo por la derecha, junto a los miembros del Grupo de Psicobiología que dirige en la Universidad de Oviedo. / Foto cedida por Jorge Luis Arias.