Ardipithecus ramidus, también conocido como 'Ardi'.
Cuando un grupo de investigadores descubrió el esqueleto parcial de dos homínidos en una cueva de Sudáfrica en agosto de 2008 no imaginó que serían los restos de los primeros ancestros humanos. En dos estudios, que publica la revista Science esta semana, un equipo internacional de 60 científicos describe la nueva especie, Australopithecus sediba, que ya caminaba de forma vertical y que compartía rasgos con la primera especie de Homo.
Cráneo de Australopithecus sediba hallado en una cueva de Sudáfrica.
El responsable del grupo de Paleoneurobiología de los Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), Emiliano Bruner, concluye que sólo dos partes de las que componen nuestro cerebro mantienen una estrecha relación con los cambios anatómicos que experimentan: las áreas frontales y parietales. Las primeras controlan cuestiones como la cognición y nuestras capacidades psicológicas. Las segundas dan una visión del mundo en el que vivimos y de nuestra relación con él.
Un equipo internacional de investigación ha secuenciado el ADN antiguo de un homínido a partir de un fragmento de dedo fosilizado hallado en 2008 en la cueva Denisova en los montes Altai, al sur de Siberia. Los análisis identifican, en el último número de Nature, a un homínido desconocido, bautizado como 'Mujer X' por la transmisión materna del ADN mitocondrial (no porque se ahya identificado su sexo), que vivió en las montañas del centro de Asia hace entre 48.000 y 30.000 años.
Vista general del yacimiento de Vallparadis, en Terrassa (Cataluña)
Posible aspecto de Ardipithecus ramidus.
Composición digital del pie del esqueleto de 'Ardi'.