Según una investigación del Instituto de Investigación Biomédica, la histona 1, una de las cinco familias de proteínas histonas principales, mantiene silenciada una zona del genoma que si se transcribe causa daños irreparables en el ADN y es letal para el organismo. La inestabilidad genómica es el principal factor de riesgo en el desarrollo de tumores en el ser humano. De ahí la importancia de comprender su origen y explorar posibles dianas terapéuticas.