Un estudio de la Universidad de Los Ángeles (EE UU) revela que una sustancia química derivada de la raíz del Astragalus, utilizado con frecuencia en la medicina herbal china, puede mantener la capacidad de división de las células inmunitarias evitando el acortamiento progresivo de los telómeros. Esto podría convertirla en un arma en la lucha contra el VIH al conservar la capacidad de estas células en la lucha contra la enfermedad.