Un equipo de científicos, con participación española, ha comprobado que la utilización de biochar (biocarbón) e hidrochar (carbonización hidrotermal) puede reducir hasta un 97 % las emisiones de CO2 con respecto al uso de residuos ganaderos. Además, tras el tratamiento térmico estos materiales se convierten en fertilizantes de liberación lenta que pueden aumentar el rendimiento de los cultivos.