Hace 3.400 millones de años un asteroide impactó contra un océano poco profundo en Marte, generando un gigantesco tsunami. Sobre los sedimentos que quedaron, un buen lugar para buscar indicios de vida, aterrizó en 1976 la primera sonda que operó con éxito en el planeta rojo. Así lo recoge un estudio internacional liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona.
El rover Perseverance de la NASA corrobora, como ya apuntaban las imágenes orbitales, que el cráter Jezero de Marte tuvo condiciones de habitabilidad hace más de 3000 millones de años. Tres de sus instrumentos confirman que tuvo agua líquida y carbonatos en un entorno geológico sedimentario rico en compuestos orgánicos.
Hasta ahora la búsqueda de exoplanetas con indicios de vida se ha centrado en los más parecidos a la Tierra. Investigadores de la Universidad de Cambridge plantean que también podrían ser habitables –al menos para la vida microbiana– un conjunto de planetas cubiertos de océanos, con temperaturas elevadas y una atmósfera rica en hidrógeno.
La disponibilidad relativa de agua en las atmósferas de Venus y la mayoría de los planetas del sistema solar es tan baja que no podrían vivir ni los organismos adaptados a los ambientes más extremos de la Tierra. Solo lugares excepcionales como la masa nubosa de Júpiter abren esa posibilidad, aunque existen factores limitantes como la disponibilidad de nutrientes y la radiación, según un estudio europeo con participación española y de la NASA.
Astrónomos de la Universidad de Barcelona han detectado la primera superfulguración observable a simple vista de la estrella Próxima Centauri, la más cercana al Sol. El estudio de este aumento en su brillo ha servido para limitar la habitabilidad del exoplaneta Próxima b que orbita esta estrella.
El descubrimiento de siete planetas del tamaño de la Tierra orbitando alrededor de la estrella TRAPPIST-1 –tres de ellos situados en la zona de habitabilidad– nos confirma, una vez más, que la astrobiología tiene conexiones con la habitabilidad planetaria. El hallazgo ha abierto todas las puertas a la imaginación y a la especulación sobre la existencia de vida. Como expertos en astrobiología tenemos que ser cautos y no conjeturar hasta que no tengamos evidencias palpables de que alguno de los planetas tiene vida.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y otros centros internacionales han hallado dos planetas en torno a la estrella de Kapteyn que, posiblemente, formaba parte de una galaxia satélite que fue absorbida por la Vía Láctea. Uno de estos exoplanetas se encuentra en la zona de habitabilidad.
Un equipo de astrónomos ha descubierto que la estrella Gliese 667C, 'vecina' del Sol, tiene asociados al menos seis planetas. Pero lo más sorprendente es que tres de ellos son supertierras localizadas en una zona en la que pueden tener agua líquida, lo que las convierte en posibles candidatas para albergar vida.
El rover Curiosity que la NASA envió el pasado 26 de noviembre a Marte incorpora una antena de alta ganancia fabricada por empresas españolas. La antena permitirá la comunicación directa con la Tierra sin necesidad de enlaces intermedios a través de los satélites que orbitan el planeta rojo. El proyecto es fruto de un acuerdo de colaboración entre España y la NASA.
Investigadores del Departamento de Teoría de la Señal, Telemática y Comunicaciones de la Universidad de Granada, dirigidos por José Carlos Segura Luna, trabajan en un proyecto orientado a desarrollar un sistema para la localización de personas dependientes en su entorno y para, mediante el uso de ambientes inteligentes, facilitar su estancia y seguridad.