Cerca del 25% de la población mundial está afectada por la enfermedad del hígado graso no alcohólico, una patología caracterizada por la acumulación de grasa en las células del hígado. Un equipo del IRB Barcelona ha hallado en ratones una posible diana terapéutica para tratar esta enfermedad para la que en la actualidad no existen medicamentos.
Un estudio español ha demostrado que la reducción en los niveles de la proteína GRK2 protege del desarrollo de hígado graso y que los niveles de esta proteína están aumentados en pacientes humanos con la enfermedad. Así, GRK2 podría ser una nueva diana terapéutica frente a dicha patología.