El estudio de cuatro poblaciones de marmotas alpinas en los Pirineos catalanes y franceses ha permitido descubrir que cada una de ellas emite gritos de alarma en un dialecto diferente. Según el nuevo estudio, estos roedores son capaces de distinguir su propio ‘idioma’ del de las marmotas forasteras y se esconden ante los gritos de las desconocidas.