Un estudio publicado en la última edición de la revista de acceso abierto Plos Pathogens analiza la función de una población particular de células que forman parte de los granulomas que se forman después de la infección, denominadas “macrófagos espumosos”. Estas células están llenas de lípidos, que aportan nutrientes al bacilo. Los investigadores han encontrado que dentro de estas células espumosas, M. tuberculosis no se replica, pero permanece vivo y parece absorber los lípidos de la célula huésped. De hecho, los autores del estudio han observado como el mismo bacilo induce la transformación de los macrófagos en células espumosas.