La masa terrestre crece, sin prisa pero sin pausa, desde hace 3.500 millones de años. Hasta ahora, se pensaba que el aumento iba ligado al hundimiento de la corteza oceánica, pero el hallazgo de un equipo de investigación español cambia este paradigma científico.
La luminosidad y excelentes propiedades petrofísicas del granito 'blanco cristal', que se extrae en la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios, han propiciado su incorporación al núcleo de la torre de Jesucristo, la más alta que tendrá la Sagrada Familia de Barcelona. Investigadores del Instituto de Geociencias proponen que este granito entre a formar parte de la Global Heritage Stone, una especie de denominación de origen de las piedras.
Un pueblo de Salamanca alberga uno de los museos científicos más singulares que podamos encontrar: el único dedicado a una falla, en concreto, la fractura del terreno que va desde esta localidad, Juzbado, hasta Penalva do Castelo, en Portugal. Una investigación internacional, liderada por la Universidad de Salamanca, ha datado las rocas que se encuentran justo a su entrada: son granitos de entre 320 y 340 millones de años.
Galicia es la región de España con mayor concentración de radón en las viviendas y una de las más altas de Europa. Alberto Ruano Raviña, de la Universidad de Santiago de Compostela, acaba de publicar un estudio sobre este gas cancerígeno presente en las casas. Su plan es crear un mapa del radón en los interiores para que los ciudadanos sepan a qué se exponen y se tomen medidas de protección.
El pedestal de la famosa Torre de Hércules (A Coruña), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está construido con un granito situado muy cerca de allí. En el acantilado de Penaboa, cruzando la bahía del Orzán, se pueden ver vestigios de sus canteras históricas. Esta piedra se utiliza desde la antigüedad por su buena calidad. Hoy la podemos ver en balcones, escaleras y pavimentos de la ciudad gallega. Por su incalculable valor histórico y cultural ha sido propuesta como candidata a Global Heritage Stone Resource, el equivalente a patrimonio de la humanidad en el mundo lítico.
Las columnas de la Plaza Mayor de Madrid presentan diferente grado de deterioro en función de su orientación. Investigadores del Instituto de Geociencias (centro mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) han averiguado que el daño en forma de escamados y desplacados se debe a las microfisuras del material, originadas tras su proceso de formación.
La Puerta de Alcalá, el museo de El Prado y el monasterio de El Escorial son algunos monumentos construidos con piedra berroqueña, denominación tradicional de los granitos madrileños de gran calidad que también se utilizan en aeropuertos, como el de Atenas, y en modernos centros comerciales de China. Como ocurre con los vinos y quesos de renombre, geólogos españoles proponen ahora a la Unión Internacional de Ciencias Geológicas que estos granitos entren a formar parte de su lista de piedras naturales con denominación de origen por su importancia cultural y económica.
Científicos brasileños y japoneses han explorado, a bordo del Shinkay 6500 –el único submarino tripulado del mundo capaz de descender hasta los 6.500 metros de profundidad–, el fondo del Atlántico Sur hasta hallar lo que podría ser un continente hundido a unos 1.500 kilómetros de la costa de Brasil. Los investigadores creen que el continente pudo haberse sumergido en el fondo marino cuando América del Sur se separó de África.
Un equipo de investigación integrado por científicos de las universidades de Salamanca, Complutense de Madrid, las canadienses de Victoria y STFX y el Museo de Historia Natural de Londres ha establecido de manera precisa la edad de algunos de los granitos de la península Ibérica. Gracias a este trabajo se sabe que la mayor parte de esta roca que se emplea como material de construcción y, por lo tanto, la que tiene mayor valor económico, ronda los 300 millones de años de antigüedad. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista científica 'Tectonics'.
Los edificios del centro histórico de Salamanca están construidos con piedra arenisca de Villamayor, pero el deterioro que sufre este material en la parte baja de las fachadas ha hecho que con el paso de los siglos se opte por el granito para los basamentos, en concreto, una roca local conocida popularmente como “piedra pajarrilla”. Sin embargo, a menudo las restauraciones no utilizan este granito original, sino otros similares de peor calidad. Ahora, una investigación se propone identificar el material original y las canteras de las que se extrajo para recurrir a ellas en los procesos de restauración.