Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha reconstruido las condiciones climáticas en Asia durante el Cuaternario, hace más de un millón de años. Gracias al análisis de los óxidos de hierro, compuestos por hematita y goethita, que ofrecen paisajes con tonalidades desde el rojo al amarillo, los investigadores han podido contar la historia del clima en China, que se ha vuelto más fresco y seco.
La cueva del Parpalló, en Gandía, es uno de los yacimientos paleolíticos más importantes de la península ibérica. En su interior se han encontrado plaquetas de caliza con grabados zoomórficos y geométricos pintados hace más de 14.000 años. Los pigmentos naturales que utilizaron los artistas prehistóricos contenían óxidos de hierro, como los hematites para los tonos rojizos y la goethita para los amarillos, según han comprobado investigadores de la Universidad de Valencia.