En los campos de olivar y de cítricos en España se utiliza frecuentemente un herbicida llamado glifosato contra las malas hierbas, pero algunas de estas resisten a sus efectos. Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha descubierto la razón por la que un tipo de maleza, Lolium rigidum, sobrevive tras el uso del pesticida cuando debería de ser eliminado.