A partir de una base de datos con información de 7.904 individuos, elaborada por investigadores de centros españoles, ingleses y belgas, los científicos saben ahora cómo evolucionaron las glándulas foliculares epidérmicas implicadas en la comunicación química en reptiles. Este tipo de estructuras es una de las principales formas de comunicación en animales y su composición y forma varía mucho de unas especies a otras.
Un equipo de investigadores italianos y de la Universidad de Barcelona ha comprobado que un grupo de moluscos marinos puede sintetizar lignarenonas, unas biomoléculas que intervienen en sus defensas químicas y sistemas de alarma. Hasta ahora solo se conocían estas sustancias en las bacterias.