La naturaleza es como un libro abierto, pero el problema es que desconocíamos su
lenguaje. Ahora, la secuencia de ADN nos proporciona el código a través de cuál se
puede entender por qué una bacteria se hace virulenta, cómo evoluciona, o qué
diversidad de organismos viven en el suelo incluso si no se pueden cultivar en el
laboratorio.