Un equipo internacional de científicos, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid, ha logrado simular a nivel atómico la reacción fotoquímica más frecuente en el ADN: la formación de dímeros de timina, que se generan por los efectos de la radiación ultravioleta. Los resultados revelan cómo la propia estructura de doble hélice protege la integridad del código genético frente a esos dímeros, además de destacar el papel que desempeña el entorno biológico en la fotoestabilidad del ADN.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han ideado una forma de detener reacciones fotoquímicas mediante experimentos de ‘acoplamiento fuerte’, unos sistemas en los que interactúan moléculas orgánicas y luz confinada. Este avance teórico puede ser útil para desarrollar multitud de aplicaciones nanotecnológicas.
En Tarragona, un grupo de investigadores utilizan la luz visible para generar nuevos compuestos químicos tridimensionales de forma controlada mediante un proceso sencillo y eficiente, que dura solo seis horas y media a temperatura ambiente. El trabajo explora el diseño de nuevas reacciones en el campo de la fotoquímica y la catálisis asimétrica.
Investigadores de la Universidad de la Rioja pueden alterar la estructura de una proteína cambiando el color de la luz que incide sobre ella. La técnica consiste en colocar un compuesto que actúa como un 'interruptor' sensible a la luz, lo que puede ayudar a activar la proteína en el lugar y momento deseado.
Investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón han encontrado materiales de tipo polimérico porosos que aumentan la eficiencia de los fotocatalizadores tradicionales en el tratamiento contra el cáncer. La denominada terapia fotodinámica consiste en introducir fotocatalizadores en las células tumorales, de tal manera que cuando reciben radiación luminosa el fotocatalizador las destruye, gracias a la producción de un agente reactivo llamado oxígeno singlete.