Investigadores de universidades de Canadá y Estados Unidos han desarrollado un sistema automático para crear protolenguas –reconstrucciones probables de una lengua de origen–. El trabajo, que se publica en PNAS, se basa en un método estadístico que analiza los cambios de sonidos en los fonemas y que podría servir para aplicar métodos computacionales a la lingüística.
Un estudio de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) sugiere que el lenguaje, al igual que nuestra especie, se originó en África. Los investigadores han llevado a cabo un análisis del habla humana alrededor del mundo.