Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otros centros internacionales han analizado, mediante datos astrofísicos y simulaciones, el origen de los rayos gamma del fondo cósmico. El estudio de este fenómeno en un rango de energía concreto ha facilitado información inédita sobre la materia oscura.
El anuncio científico más espectacular del año acaba de recibir el revés más temido. En marzo el equipo de EE UU de BICEP2 dijo que había detectado las ondas gravitacionales de los ecos del Big Bang, afirmación que fue enseguida puesta en duda por la comunidad científica. Ahora, los últimos datos de la misión europea Planck indican que las estimaciones de los físicos estadounidenses no tuvieron suficientemente en cuenta el polvo galáctico.
La cuenta atrás está a punto de iniciarse. Este jueves, 14 de mayo, la base de Kouru, en la Guayana Francesa, será el escenario del lanzamiento de dos misiones espaciales europeas que jugarán un papel fundamental para avanzar en el conocimiento del universo. La alta tecnología volcada en los instrumentos de los satélites Herschel y Planck permitirá a los científicos estudiar la formación de estrellas y galaxias y obtener nuevos datos sobre la radiación fósil del Big Bang, gracias a la posición privilegiada que alcanzarán estos ojos espaciales que serán lanzados a bordo del cohete Ariane 5 ECA.