La adecuada formulación de un compuesto farmacéutico permite preservar su actividad, tener un mayor control de sus propiedades e incluso desarrollar nuevas aplicaciones. Por ello, la utilización de fluidos “supercríticos” posibilita obtener nuevas formulaciones evitando, por ejemplo, someter al compuesto activo a tensiones mecánicas.
Una tesis presentada en la Universidad de Burgos ha estudiado la obtención de concentrados naturales de omega 3 a partir de subproductos del pescado. Este trabajo, realizado por la investigadora Nuria Rubio, pretende impulsar el diseño de procesos de obtención de concentrados ricos en omega 3 de alta calidad, más eficaces, seguros y competitivos que los producidos en la actualidad.
El CO2 es un gas inocuo que en condiciones supercíriticas (C02 supercrítico) se convierte en un disolvente muy potente y sirve como elemento separador eficaz. Entre otras aplicaciones, la tecnología de fluidos supercríticos se dirige a la obtención de extractos herbales a partir de plantas aromáticas, la mejora de propiedades de alimentos (desgrasado, extracción de colesterol de aceites, carnes y lácteos...), operaciones de desinfección, impregnación, microencapsulación, descontaminación de aguas residuales, etc.