En una lámpara, en un botiquín o en un armario. Estos son algunos de los rincones de nuestro día a día en los que podemos encontrar objetos que condicionan la vida moderna y que son fruto de arduos procesos de investigación científica. Detrás de ellos hay personas que han dedicado todo su esfuerzo profesional para crearlos en beneficio de la sociedad. Esta es la idea que quiere transmitir la nueva exposición de la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC) Eso que investigas, ¿para qué sirve?