Una exposición en el Museo de Historia Natural de Berlín, en colaboración con National Geographic y la Universidad de Chicago, rehace los detalles en torno al descubrimiento y ecosistema del Spinosaurus, uno de los saurios carnívoros más grandes de los que se tiene noticia. En 1910, el paleontólogo alemán Ernst Stromer von Reichenbach encontró, durante una expedición en Egipto, el esqueleto de un dinosaurio de un tipo hasta entonces no clasificado y le dio el nombre científico de Spinosaurus aegyptiacus.
El ejemplar fue destruido durante la II Guerra Mundial y no se volvieron a encontrar restos de esa especie hasta 2008 y 2009 cuando se hallaron algunos huesos y dientes en Italia y en Marruecos. Los nuevos restos y dibujos realizados en su momento por Ernst Stroemer von Reichenbach permitieron a un equipo dirigido por el arqueólogo Nizar Ibrahim reconstruir, con ayuda de un ordenador, un esqueleto completo del Spinosaurus y además lograron comprender mejor la vida de ese depredador anfibio.