El estudio de la Universidad Complutense de Madrid revela que una tercera parte de los productos etiquetados como gambas y langostinos no se corresponde con la especie indicada. La investigación, que analizó el ADN de diversas muestras, destaca la prevalencia de este problema en productos congelados.
El término zamburiña se utiliza de forma incorrecta para referirse a otras especies como las volandeiras, lo que puede causar confusión entre los consumidores, según un estudio de la Universidad de Oviedo.
La inclusión de plástico indetectable por el consumidor o la falsificación de la calidad del producto son algunos de los fraudes a los que se enfrenta el tercer cereal más consumido en el mundo, el arroz. Un equipo de científicos liderado por españoles ha desarrollado una forma, basada en la inteligencia artificial, para hacer frente al engaño: fotografiar los granos de arroz para verificar el etiquetado.
Investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado una técnica de reacción en cadena de la polimerasa capaz de detectar en alimentos comercializados bajas concentraciones de trigo, cebada y centeno, principales especies de cereales portadoras de la proteína del gluten.
Más de uno de cada cuatro pescados que se sirven en gran parte de los restaurantes madrileños está denominado erróneamente, según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Esta práctica puede suponer un riesgo para la salud y un problema para la conservación de especies amenazadas. Los expertos piden controles para evitar el fraude.
Un grupo de investigación de la Universidad de Jaén ha desarrollado un modelo que identifica de forma más clara los productos con distintos niveles de calidad. Se pretende eliminar la confusión a la hora de comprar un alimento, como cuando se clasifica a los hoteles por estrellas. El estudio analiza lo que tiene que aparecer en el etiquetado, si palabras cortas o largas, números, colores, signos o símbolos, para facilitar la elección a los consumidores.
Científicos de universidades madrileñas han analizado mediante anticuerpos policlonales 40 muestras de pescado marcadas como bonito del norte o atún blanco en la Comunidad de Madrid. El 32,5% de los filetes del estudio estaban incorrectamente etiquetados y correspondían a especies de menor valor comercial.
Los productos etiquetados como orgánicos son aquellos que han sido fabricados a partir del sistema de producción ecológica. Un estudio de la Universidad de Jaén asegura que el etiquetado favorece más a aquellos productos que no están considerados como de alta calidad. El trabajo se basa en el análisis del aceite de oliva.
Un equipo internacional de científicos liderado desde la Universidad de Santiago de Compostela asegura que la lectura del etiquetado de productos de alimentación guarda relación con la prevención de la obesidad, sobre todo en mujeres. Según el estudio, elaborado con datos de EE UU, las consumidoras que consultan esa información pesan casi 4 kilogramos menos.