Los pollos de las aves emiten señales para obtener alimento de los padres cuando estos acuden al nido y, en algunas especies, también cuando estos no están. Según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales, las hembras de estornino visitan más a las crías ante un aumento de estos sonidos producidos en su ausencia, mientras que los machos no alteran su número de visitas por estas llamadas de las crías.
Es común que los coros de las aves al amanecer hagan abrir los ojos a quienes viven en áreas residenciales de las ciudades. Un estudio de la Universidad de Sevilla muestra que este fenómeno es mutuo, es decir, que algunas aves urbanas –como el gorrión y el estornino negro–, adelantan su canto porque el ruido antropogénico las despierta.