Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han descubierto en el yacimiento de Olèrdola (Barcelona) los restos de dos niñas gemelas recién nacidas enterradas al mismo tiempo entre mediados del siglo IV a. C. y principios del siglo II a. C.
Las ruinas de una casa de 11.500 años de antigüedad, situada en Alaska central, escondían el esqueleto incinerado de un niño paleondígena de unos tres años. Así lo revela una investigación norteamericana que se publica hoy en Science y que arroja nuevos datos sobre este grupo de nómadas. Durante la excavación, los científicos contaron con la ayuda de líderes tribales indígenas.
Elementos del nuevo esqueleto encontrado de Austrolopitrecus Afarensis ordenados según la anatomía original.
A tres semanas de haber empezado las nuevas excavaciones en el yacimiento de Barrihonda-El Humero en Riodeva (Teruel), el equipo de paleontólogos ha encontrado nuevos restos fósiles, y uno especial: una vértebra gigante. Aunque los científicos confirmarán el próximo año a qué animal perteneció, todo apunta a Turiasaurus riodevensis, ya considerado el dinosaurio más grande de Europa. Además, los investigadores han encontrado una pata trasera casi completa de un dinosaurio no registrado hasta ahora en el yacimiento.
Esqueleto de Turiasaurus riodevensis: en rojo los nuevos restos de 2007 y en amarillo los que ya se conocían.
Un estudio, coordinado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto una nueva proteína del esqueleto de la célula. El hallazgo, que aparece publicado en la revista Endocrinology, se produjo por sorpresa, mientras el equipo estudiaba nuevas dianas terapéuticas contra el cáncer a través del bloqueo del gen de la adrenomedulina, de naturaleza hormonal y, por tanto, relacionado hasta el momento únicamente con acciones extracelulares. La nueva proteína, según sus autores, podría servir para entender mejor los procesos que rodean al cáncer.