Bajo el aspecto poderoso de las grandes estructuras y obras de ingeniería, la fatiga por desgaste puede haber minado su resistencia. Una carga repetida, aunque su intensidad sea en proporción relativamente pequeña, como el tráfico sobre un puente, puede producir microfisuras. "Y éstas terminan convirtiéndose en una grieta ‘dominante’ que conduce a la rotura de la estructura. Es un fenómeno difícil de observar, y por tanto, muy peligroso”. Así resume Alfonso Fernández Canteli, catedrático de la Universidad de Oviedo, el proceso de deterioro más frecuente en los diseños y estructuras actuales.
Alfonso Fernández Canteli, catedrático de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de las Estructuras de la Universidad de Oviedo