Un estudio en ratones muestra que es posible revertir los efectos del envejecimiento en las neuronas mediante reprogramación celular, aumentando su número y capacidad de conexión, lo que podría abrir nuevas vías para tratar enfermedades neurodegenerativas.
Neurólogos españoles han analizado los golpes en la cabeza de los jugadores profesionales en los Mundiales de Fútbol a lo largo de 50 años y ha observado un aumento significativo de estos impactos, debido a un estilo de juego más agresivo, competitivo y de mayor fuerza física. El estudio prevé que esto provocará un aumento de los casos de demencia, párkinson y ELA en este colectivo en los próximos años.
Un estudio de la Universidad de California en Davis describe la nueva interfaz, a la que han denominado BCI, que traduce las señales cerebrales en voz con hasta un 97 % de acierto. El sistema, el más preciso de su tipo, busca restablecer la comunicación de quienes no pueden hablar debido a la parálisis o a enfermedades neurodegenerativas.
Un nuevo modelo celular, desarrollado por investigadores del Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa", permite estudiar las conexiones entre la infección por este virus, causante de lesiones en la mucosa bucal, y la enfermedad de Alzheimer.
Investigadores de EE UU han presentado un atlas donde se detalla el proceso de envejecimiento de 163 tipos celulares de la mosca de la fruta. Los tipos que más rápido envejecen son las células adiposas y las hepáticas, implicadas en el control del metabolismo. Los autores creen que ralentizar este proceso en humanos podría ayudar a tener mejor salud en la vejez.
Investigadores del Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández han estudiado el comportamiento social en ratones envejecidos naturalmente y con un modelo animal de la enfermedad de Alzheimer. Los resultados muestran que los roedores afectados por envejecimiento patológico interactúan menos con nuevos individuos.
Una investigación internacional liderada por la Universidad Complutense de Madrid integra en un único modelo la información que relaciona ejercicio y presencia de la proteína ApoE4, un marcador genético en el alzhéimer. Pese a que la capacidad protectora del deporte se reduce según avanza la enfermedad, no llega a eliminarse del todo y contribuye a retrasar el inicio de la sintomatología clínica.
Un estudio liderado por investigadores españoles ha demostrado, en macacos, que se puede administrar terapia genética frente a esta enfermedad neurodegenerativa en una zona específica del cerebro. Para lograrlo, han abierto temporalmente la barrera hematoencefálica con ultrasonidos focalizados.
Aunque se conoce que la inflamación puede suponer un factor crucial en la aparición y desarrollo de esta enfermedad, los factores genéticos, y su implicación en otros procesos fisiológicos como este, todavía suponen un mapa inexplorado. Una investigación del Instituto de Biomedicina de Sevilla profundiza sobre cómo afecta el proceso de neurodegeneración a los pacientes.
Un estudio liderado por científicos del Instituto Cajal aporta nueva información sobre el mecanismo de formación de amiloide por parte de la proteína neurotóxica tau, al principio del proceso. El hallazgo es relevante en la búsqueda de tratamientos eficaces contra esta enfermedad neurodegenerativa, según los autores.