En los últimos años han aumentado lo productos sin gluten para las personas celiacas, ¿pero se puede mantener esta sustancia en los alimentos sin que perjudique a los pacientes? Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y la universidad portuguesa UTAD han descubierto que la reordenación molecular del gluten de harina de trigo con un polisacárido natural, el quitosano, disminuye su capacidad de desencadenar la reacción inmunológica propia de la enfermedad celíaca.
La celiaquía es una enfermedad que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que impide la absorción de compuestos nutricionales fundamentales. Científicos españoles han estudiado el papel de las bacterias del tubo digestivo en el metabolismo del gluten, lo que podría abrir la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos.
Un equipo dirigido por la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Yolanda Sanz ha demostrado por primera vez la relación entre la microflora intestinal y la enfermedad celíaca, una dolencia de carácter autoinmune que provoca intolerancia al gluten. El hallazgo, publicado en la revista GUT, sienta las bases para el desarrollo de futuras estrategias de intervención nutricional que contribuyan a restablecer el equilibro intestinal en el paciente celíaco y a mejorar su calidad de vida.