Entre las muchas teorías que tratan de explicar la naturaleza de la energía oscura se encuentran la quintaesencia y los campos fantasmas, dos hipótesis formuladas a partir de los datos de satélites como Planck y WMAP. Ahora investigadores de Barcelona y Atenas plantean que ambas posibilidades son solo un espejismo en las observaciones y es el vacío cuántico el que podría estar detrás de esa energía que mueve nuestro universo.
Las observaciones de Planck y otros satélites ayudan resolver la ecuación de estado de la energía oscura. / ESA
La enana blanca Sirius B tiene un tamaño similar a la Tierra. / Wikipedia
Nacimiento de una enana blanca (punto luminoso del centro) en la nebulosa planetaria Dumbbell. / Telescopio Joan Oro - Observatori Astronomic del Montsec
Investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) y otros centros internacionales han descartado multitud de parámetros posibles para los fotones oscuros –un tipo de materia y energía oscura– con la ayuda de las enanas blancas. En algunos aspectos, el brillo de estas estrellas moribundas aporta más datos sobre las fuerzas oscuras que los que facilitan los laboratorios terrestres.
La naturaleza de la energía oscura y la producción de campos magnéticos cosmológicos podrían tener un origen común. Así lo plantean dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid en un estudio publicado en Modern Physics Letters A y que ha sido portada de la revista de divulgación New Scientist.
Unos mil científicos de cien centros europeos y de EEUU tienen luz verde para poner en marcha la misión Euclides, cuya construcción ha aprobado esta semana la Agencia Espacial Europea. El objetivo, estudiar la energía y la materia oscura del universo a partir de 2020.
El estudio de la misteriosa naturaleza de la energía oscura y la influencia del Sol sobre la Tierra centrarán las dos próximas misiones científicas de la Agencia Espacial Europea (ESA), según ha decidido su Comité Científico esta semana. Los lanzamientos de las naves están previston para 2019 y 2017 respectivamente.
Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han medido la luz procedente de cúmulos de galaxias lejanos y los resultados coinciden con los predichos por la teoría de la relatividad de Einstein para el llamado 'corrimiento al rojo gravitacional'. El estudio también apoya la existencia de materia oscura en el universo.
Investigadores del Grupo de Astrofísica de la Universidad Autónoma de Madrid demuestran que no existen evidencias de la influencia de la energía oscura en el universo muy cercano.