Científicos del Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) han identificado un marcador en sangre que permite diagnosticar la encefalopatía hepática mínima (EHM) en pacientes con cirrosis hepática. Este avance representa el descubrimiento del primer biomarcador periférico para la enfermedad.
El Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia ha dado un paso más en el estudio de las alteraciones neurológicas asociadas a la encefalopatía hepática. Los científicos han demostrado que la hiperamonemia –exceso de amonio en el organismo- induce neuroinflamación en modelos animales de encefalopatía hepática, y que este hecho contribuye a su vez al deterioro cognitivo asociado a esta patología.