Una serie de estudios en The Lancet indican que diversos tratamientos a mujeres embarazadas, como suplementos de micronutrientes, complementos energéticos, aspirina o progesterona vía vaginal, podrían reducir los fallecimientos de bebés al nacer o durante la gestación en países de renta baja o media. Por su parte, la administración de corticoides reduciría las complicaciones en los nacimientos prematuros.
La infección por SARS-CoV-2 puede multiplicar por siete el riesgo de muerte y las probabilidades de ingreso en cuidados intensivos en embarazadas, según un estudio de investigadores de Estados Unidos, que reúne los datos de 12 países. El trabajo incide en la importancia de la vacunación frente al coronavirus para todas las mujeres en edad fértil.
La estrategia, que ya ha comenzado a aplicarse en Madrid, cuenta con el aval de la Agencia Europea del Medicamento y permitirá multiplicar por cinco cada dosis actual. El Ministerio de Sanidad ha anunciado la llegada de 5.000 dosis de vacunas adicionales de Imvanex contra la viruela del mono.
Según la última actualización de la Estrategia de vacunación, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia que lo deseen podrán inocularse con vacunas de ARNm cuando le corresponda al grupo inmunitario al que pertenezcan. Los expertos no han encontrado indicios de que estas mujeres sufran el coronavirus de forma más grave por estar embarazadas.
Después de múltiples estudios, hay conclusiones positivas: las gestantes no son más susceptibles de contagiarse con el nuevo coronavirus, en más del 80 % de los casos los síntomas son leves, más del 95 % de sus bebés están sanos y el virus no provoca partos prematuros. Aun así, ellas son un grupo de riesgo y deben extremar las precauciones. En resumen, María daría a luz hoy con tapabocas.
Las mujeres embarazas con anemia tienen el doble de riesgo de morir durante el embarazo o en la semana posterior al parto respecto a las mujeres que no tienen anemia. Así lo confirma el mayor estudio de este tipo, cuyos resultados sugieren que la prevención y el tratamiento de la anemia materna deben seguir siendo una prioridad mundial en salud pública y en investigación.
El insomnio es uno de los trastornos que pueden ocurrir durante el embarazo. Un estudio liderado por la Universidad de Granada subraya que el 64% lo sufre durante el tercer trimestre. Este problema, además de afectar a la calidad de vida de las gestantes, es un factor de riesgo de hipertensión y preeclampsia, diabetes mellitus gestacional, depresión, parto prematuro y cesáreas no planificadas. En la investigación participaron 486 mujeres embarazadas sanas de las provincias de Granada, Jaén, Huelva y Sevilla.
Las mujeres que comían pescado más de tres veces por semana cuando estaban embarazadas dieron a luz a niños con valores de índice de masa corporal superior a los 2, 4 y 6 años de edad en comparación con las mujeres que comieron menos pescado. Los resultados de este estudio se publican en la revista JAMA Pediatrics.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado la actual epidemia por el virus del Zika como “emergencia de salud pública de importancia internacional” debido, fundamentalmente, al conglomerado de casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos notificados, en gran medida, en Brasil. En el caso de las embarazadas infectadas, se requiere un control ginecológico y obstétrico adecuado para determinar la aparición de posibles malformaciones en el feto. En este contexto, la necesidad de inversión en investigación en agentes infecciosos emergentes es apremiante.
Investigadoras de la Universidad Rey Juan Carlos han hallado trazas de nicotina en agua mineral embotellada en España y advierten de la necesidad de realizar estudios sobre los posibles efectos en población vulnerable por su consumo crónico, así como del riego de contaminación de acuíferos.