Un nuevo estudio analiza la relación entre los cambios de peso y la enfermedad coronaria, el ictus y la diabetes en la población cubana durante los últimos 30 años. El trabajo revela que las intervenciones poblacionales pueden ser muy eficaces a la hora de prevenir las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Nuevas evidencias científicas parecen confirmar la famosa cita romana Mens sana in corpore sano. Investigadores españoles han demostrado que las personas que practican habitualmente deporte presentan un mejor rendimiento cognitivo que las que tienen una mala condición física. Concretamente, tienen una mejor atención sostenida y un funcionamiento más eficiente de su sistema nervioso autónomo.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid concluyen que el ejercicio físico regular y supervisado por profesionales durante el embarazo reduce el porcentaje de partos instrumentales y por cesárea en gestantes sanas. Este hallazgo abre las puertas a la correcta utilización del ejercicio físico como un factor de mejora de la salud de la mujer gestante.
Cuando una persona sufre alzhéimer, las neuronas granulares sufren un cambio en su estructura y pierden su conectividad. Un nuevo trabajo revela, en un modelo de ratón, que el ejercicio físico, la estimulación cognitiva y la interacción social revierten dichas alteraciones.
La combinación de dos terapias neuroprotectoras, el ejercicio físico voluntario y la ingestión diaria de melatonina, ha resultado tener un efecto sinérgico contra el deterioro cerebral en roedores que poseen tres mutaciones de la enfermedad de Alzheimer.
El consumo de alcohol, el ejercicio físico y la ingesta de antiinflamatorios no esteroideos favorecen la aparición de reacciones alérgicas alimentarias. Según un estudio del Hospital Universitari de la Vall d’Hebron, publicado en la revista Allergy, estos factores aumentan el número de reacciones anafilácticas un 67,5% de media.
El aprendizaje activo a través de ejercicios tiene efectos positivos sobre el rendimiento de los estudiantes capaces, pero mal preparados o con un entorno socioeconómico desfavorable, según un estudio de la Universidad de Washington (EE UU). El trabajo confirma que poner en marcha habilidades cognitivas, como resolver problemas y analizar datos, es una estrategia efectiva para atender a la diversidad en clase.