El mayor espectáculo del universo, un hito histórico, una nueva ventana para conocer el cosmos, la demostración de que el espacio-tiempo está vivo… Así se expresan científicos de todo el mundo cuando describen la detección de ondas gravitacionales anunciada esta semana por la colaboración LIGO. Sinc ha hablado con media docena de físicos de primera línea de España y EE UU para que valoren su relevancia; entre ellos, Alan Guth y Andréi Linde, los padres de la inflación cósmica.
El físico y divulgador Paul Davies (Reino Unido, 1946) es uno de los muchos científicos que no pueden disimular su emoción después del anuncio que ha puesto en pie a astrofísicos y cosmólogos: la detección de ondas gravitatorias desde la Tierra. Según este profesor de la Universidad de Arizona, famoso por sus provocadoras opiniones sobre ciencia y religión, las ondulaciones recién captadas nos proporcionan un “tercer ojo” para observar el cosmos.
Aquel 14 de septiembre de 2015 saltaron las alarmas en los observatorios LIGO de Hanford y Livingston, en EE UU, tan solo tres minutos después de que una señal procedente de la fusión de dos agujeros negros llegara a la Tierra. En España era poco antes de mediodía, y los investigadores de la Universidad de las Islas Baleares que participan en este proyecto nunca olvidarán aquel día histórico en el que comenzó la astronomía gravitacional.
Entre gran expectación, los responsables del proyecto LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) han anunciado este jueves la primera evidencia directa de la existencia de ondas gravitacionales, una de las predicciones más importantes de la teoría de la Relatividad General de Einstein. También hoy está prevista la publicación de estos resultados en la revista Physical Review Letters. El hallazgo abre una nueva ventana a la observación del universo.
Los dos gigantescos detectores del experimento LIGO, separados 3.000 km en EE UU, han detectado las pequeñísimas vibraciones generadas por ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros. ¿Pero qué son exactamente esas misteriosas ondas y en qué consiste el experimento? Aquí están las claves para entender a los protagonistas del gran descubrimiento científico del año.
El 11 de febrero los responsables del experimento LIGO, un avanzado sistema de detección de ondas gravitacionales, ofrecerán en Washington una rueda de prensa para presentar sus últimos avances. La filtración del correo de un investigador apunta a que por fin se podrían haber descubierto estas ondulaciones del espacio-tiempo, cien años después de que Einstein predijera su existencia.
Icono pop de la ciencia, padre de la física moderna y ‘la persona del siglo’ según la revista Time. Son numerosos los clichés para referirse a Albert Einstein, pero pocos saben que un año después de abandonar su país a finales de 1932 impulsó en EEUU la creación de una rama de la Asociación Internacional de Socorro. Su motivación: apoyar a los europeos a escapar, como él, del nazismo.
El 25 de noviembre de 1915, Albert Einstein presentó la formulación definitiva de su teoría de la relatividad general, introduciendo el misterioso concepto de la curvatura del espacio-tiempo. Con la ayuda del físico Roberto Emparan, profesor ICREA de la Universidad de Barcelona, nos adentramos en los entresijos de esta teoría, que superó a su creador al plantear la existencia de objetos en los que no creía: los agujeros negros.
La teoría cuántica predice que la observación de un objeto puede afectar justo en ese momento a otro, aunque esté en la otra punta del universo, un fenómeno en el que Einstein no creía. Pero se acaba de conseguir que dos electrones, separados 1,3 kilómetros en el campus de la Universidad Técnica de Delft (Holanda), se comuniquen de forma ‘invisible’ e instantánea. El avance, en el que ha participado el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, se puede aplicar en criptografía cuántica, pero también confirma lo extraño que es nuestro universo.
¿Qué tienen en común Einstein, la Madre Teresa, Gandhi, Martin Luther King, Newton, Jesús, Mandela, Edison, Lincoln y Buda? Todos ellos forman parte del Top 10 de los héroes de la historia mundial, según un estudio con participación española que publica la revista Plos One. En cuanto a los villanos, los diez primeros puestos recaen en Adolf Hitler, Osama bin Laden, Saddam Hussein, George Bush hijo, Stalin, Mao, Lenin, Genghis Khan, Saladino, emperador Quin y Napoleón.