Un gran porcentaje de los adultos europeos toma analgésicos sin prescripción. Aunque su ingesta no está exenta de efectos secundarios, si no se trata de una terapia continuada las posibles secuelas son leves y desaparecen una vez concluye. Así lo ha contado Ángel Lanas, jefe del servicio de digestivo del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, uno de los expertos españoles que ha asistido esta semana en Viena al 9º Congreso Europeo del Dolor.