Investigadores de Países Bajos han desarrollado una estrategia de seguimiento de rutas basada en estos insectos para aplicarla en robots ligeros, que pueden así recorrer largas distancias sin necesitar grandes exigencias computacionales.
Seis equipos de científicos compiten para monitorizar la biodiversidad de la Amazonía brasileña, donde ayer comenzaron las finales del premio XPrize Rainforest. Los finalistas tendrán que demostrar la eficacia de sus tecnologías que incluyen drones, robots e inteligencia artificial, entre otras.
Investigadores de la Universidad de León han aplicado redes neuronales artificiales a imágenes captadas con drones para reconocer, con un 95 % de acierto, la huella que dejaron las explotaciones auríferas de los romanos en el noroeste peninsular. El sistema se puede aplicar para reducir los riesgos asociados a las minas abandonadas, que causan pérdidas humanas y económicas en todo el mundo.
Conocidos como mosquitos ogro, estos insectos, protagonistas del #Cienciaalobestia, realizan rápidas y precisas capturas de presas en el aire sorteando cualquier tipo de obstáculos. Intrigados por la habilidad para ajustar la trayectoria de su vuelo, un equipo de científicos ha analizado las razones de su éxito, una información que puede aplicarse al diseño de robots, aviones no tripulados y drones.
Investigadores españoles han desarrollado una matriz de sensores químicos que, acoplada a un dron y mediante un software, percibe los malos olores de las aguas residuales como lo hacen los humanos. El objetivo es predecirlos y ayudar a reducir su impacto en zonas próximas a las estaciones depuradoras.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han puesto en marcha un proyecto para aprovechar el potencial de los drones en la lucha contra la covid-19. Este semana han realizado vuelos de prueba para transportar kits de intervención y muestras a centros hospitalarios.
Un proyecto de la Universidad Politécnica de Madrid estudia la viabilidad de usar drones para supervisar el tráfico, las aglomeraciones, el clima o la contaminación de las urbes.
Para esquivar los árboles cuando navegan en bosques u otros entornos complejos, los drones presentan ciertas dificultades. Para mejorarlo, un equipo de científicos está desarrollando un nuevo programa basado en las trayectorias de vuelo reales de las polillas, protagonistas de #Cienciaalobestia.