Investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía de Cádiz han analizado, por primera vez, el comportamiento genético de la dorada cuando se somete a situaciones de estrés causadas por las variaciones extremas de salinidad. Según los expertos, el estudio abre la puerta a la selección de líneas de peces que se adapten mejor a estos cambios y mejoren el cultivo de la especie.
Investigadores de la Universidad de Córdoba han elaborado el primer perfil proteómico de este pez que permitirá detectar infecciones bacterianas durante su crianza y que, según los expertos, originan pérdidas económicas en un sector de referencia en Andalucía.
La mala alimentación de los peces puede ser el causante del estrés crónico en estos animales. Ahora, un chip de expresión génica instalado en el cuerpo de doradas, permite revelar si la maquinaria celular del organismo de los peces ha sufrido estrés crónico. Esta técnica desarrollada por investigadores del CSIC, tiene aplicaciones para evaluar la calidad y la seguridad alimentaria del producto destinado al consumo humano.