Investigadores europeos han analizado las nanopartículas de una fase poco común del óxido de hierro, llamada fase épsilon, bajo condiciones extremas de presión parecidas a las del interior de la Tierra. El estudio revela que esa fase rara podría encontrarse en el interior de nuestro planeta. Además, bajo esas condiciones aparece otra fase, la épsilon prima, con propiedades magnéticas radicalmente distintas a las conocidas y que se podrían aplicar en nuevos dispositivos.