Las investigaciones realizadas en el Hayedo de Montejo por científicos de la ETSI de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) demuestran que los ratones de campo transportan bellotas a distancias lejanas, hasta los 130 metros, y las ocultan bajo el suelo o entre la hojarasca. Muchas de ellas quedan olvidadas y favorecen así la dispersión y regeneración natural de los robles.