La metodología, desarrollada con la participación de investigadores del Instituto Cajal, ha permitido observar que el tejido cortical que aún muestra actividad en un encefalograma, puede, en realidad, estar sufriendo ya la muerte irreversible de las capas neuronales más superficiales tras un ictus o una hemorragia intracraneal. Los hallazgos replantean los criterios y quizá la praxis en el seguimiento y tratamiento de este tipo de accidentes.
El Instituto de Biomecánica (IBV) participa en el proyecto europeo WALKX con el objetivo de desarrollar un innovador sistema de rehabilitación que mejore la calidad de vida de las personas que han sufrido daño cerebral sobrevenido.